Una vez más, un año después de mi última visita al país de la Samba, he vuelto a su adjetivable capital. Ciertamente, inmensa, pero también inmunda como la recordaba. El salir del aeropuerto de Guarulhos en dirección a casa de mis amigos Claudia y Aci (mejor conocido como "Viana", por lo singular de su nombre), bastó con unas bocanadas de aire y "falhar um poco de portugues" para sentir que sí, había vuelto a Sao Paolo!
Dado que, como siempre, tengo poco tiempo para escribir, me voy a conformar con escribir lo bien que me trataron mientras no estaba trabajando :)
Clau y Viana viven en un conjunto residencial de lo más "chic". Llegar ahi no es nada complicado, pero sí que queda algo lejos del aeropuerto (y por ende, bien cerca de mi oficina y de mi hotel). Les caí por sorpresa como una hora antes de lo que habíamos pautado, por lo que rápidamente me vi en la necesidad de reinvindicarme mostrando un paquete amarillo cuyo contenido es fácilmente confundible con algunas drogas caras del mercado. Sí señores... hablamos de la inconfundible HARINA PAN! :D
Dado que, como siempre, tengo poco tiempo para escribir, me voy a conformar con escribir lo bien que me trataron mientras no estaba trabajando :)
Clau y Viana viven en un conjunto residencial de lo más "chic". Llegar ahi no es nada complicado, pero sí que queda algo lejos del aeropuerto (y por ende, bien cerca de mi oficina y de mi hotel). Les caí por sorpresa como una hora antes de lo que habíamos pautado, por lo que rápidamente me vi en la necesidad de reinvindicarme mostrando un paquete amarillo cuyo contenido es fácilmente confundible con algunas drogas caras del mercado. Sí señores... hablamos de la inconfundible HARINA PAN! :D
Y es que cuando se trabaja para una compañía multinacional (Clau trabajó para P&G por ocho o nueve años), se conoce gente de todos lados, y se comparte lo mejor de cada sitio con esos amigos que uno va formando al pasar del tiempo. Así, rauda y veloz, Clau me había pedido que le llevara un kilito de "farina" para recordar el sabor de las arepas. Después de sendo viaje de 9 horas, 5 de ellas en el asiento más cómodo que la clase ejecutiva de cualquier aerolínea ha inventado para mortales, llegué a Sao Paolo a comer... AREPAS! (notar en la ilustración siguiente mi reverencia hacia el manjar de manjares de mi tierra!)
Habiendo comido arepas y bebido un fuerte café brasilero (muy bueno, la verdad!), procedí a tomar un baño y a castigarme una maravillosa hamaca de la que mis amables huéspedes disponían, por si acaso no quería dormir en algo más tradicional. La experiencia fue tan memorable que no pude decidir descansar menos que la hora y media que mi cuerpo me pidió.
Luego de eso nos fuimos a pasear a un mercado artesanal de lo más bonito. Me disculpan si no lo se escribir bien, pero recuerdo que se llamaba... AMBÚ? Creo que sí :) Había de todo tipo de artesanías, desde las más económicas hasta las menos "solidarias", pero muchas ajustadas a lo que sus dueños se habían esforzado para hacerlas, por lo que no me hubiese molestado comprar más! A la derecha, unos cuadros bien interesantes que tuve la oportunidad de apreciar! El de las manos arcillosas era tan realista, que tuve que tomar otra foto en detalle. Como blogger no me quiere dejar subirla, les debo las fotos de aqui en adelante.
Después de disfrutar cantidad de esculturas y pagar algunos "reales" para adquirir recuerditos de rigor de la ciudad de Sao Paolo, fuimos de vuelta a la ciudad, comimos una DELICIOSA picanha (entre lomito y punta trasera) de 600g para los tres. Quedamos que rodábamos! Evidentemente, un cafecito con Baileys en casa de Clau se antojaba maravilloso, así que fuimos por él!
Ya llegando a las 8 de la noche, después de un día de rodar por Sao Paolo, de la cual siempre me cuesta recordar los sitios que veo con nombre y apellido, llegó la hora de decir "hasta luego" a mis queridos amigos, para internarme en el hotel y darle la bienvenida a una intensa semana de trabajo en SP! Los volvería a ver el 12 de octubre, día en el que el 90% de la ciudad o se había ido a algún lugar mejor, o estaba reposando tranquilamente del tráfico infernal que viven día a día (Caracas se quedó en pañales... compite de cerca con MX DF!).
El clima no estuvo para nada bueno, así que fuimos tranquilamente a tomar una EXCELENTE comida de almuerzo. Como no había desayunado, inauguré la sesión con unos OVOS BOHEMIOS... cosa más buena! :D. Se supone que era una ENTRADA, pero ya veo que los Brasileros comen bastante, porque eran DOS señores huevos fritos sobre una camada de linguisa, que no es otra cosa que un tradicional chorizo, con un sabor espectacular!
Ya había pedido el plato fuerte junto con la entrada: un filete de carne a la parmesana con unas papas chips que lo admito, no me agradaron para nada, y menos mal. En la siguiente foto me verán SUFRIENDO y reconociendo mi derrota ante el vulgar plato de filete que me trajeron. La carne estaba, como todas las que comí en Brasil, para chuparse los dedos!!!
Si lo están pensando... no, gente! No voy de viaje nada más a comer. La compañía espera algo un tanto más sustancioso de mi, así que me sacan el jugo por 8-12 horas por día para pagarme con estos platos de comida. Digamos, literalmente "trabajo por comida" :D
Hasta aqui lo dejo por ahora. Se que no es competencia para la "Guía Galán" (será casualidad que, bien pronunciados ambos nombres, esta guía rima con la famosísima Guía Michelin? - sí, se pronuncia MICHELÁN!), pero algo es algo... espero que se animen a ir a SP! Es más que Interlagos y el mal olor del Río Pinheiros... tiene muchas cosas para ver, lugares para ir, y por supuesto... DELICIOSA COMIDA PARA INGERIR! :D