Feliz año nuevo, dijimos todos hace algunas horas. En Venezuela, fue el momento para iniciar de cero el contador de la inflación y demás variables de medición del desempeño económico de estos 950 mil km^2 de tierras benditas por Dios con una inmensa diversidad de flora y fauna, y aparentemente maldita con la flojera, la corrupción, el "quítate tu pa ponerme yo", el nepotismo, el compadrazgo, la envidia desmedida y el malsano interés de ver a quien está mejor que nosotros, simplemente sufriendo lo que sufrimos.
Por supuesto, cabe comentar la bendición / maldición petrolera, y sus muchos años de modelo rentista y ahora nacionalista una vez más. Un análisis frío de los ingresos de esta nación permitirán demostrar que hemos estado mal antes, y estamos PEOR ahora. En algunos tiempos manejamos la riqueza petrolera de manera sub-óptima, pero al menos no la despilfarrábamos. Ahora que tenemos la abundancia que solo venderle el alma al demonio nos pudo haber dado ("senkiu mister danger por la guerra de Irak también... gran saludo a ti, hermano! Bolivareano en el fondo...", diría Chávez para sus adentros cada vez que ve el seductor precio de nuestra cesta petrolera llegando a los 100$ por barril, mientras destilan también toneladas de formol para mantener a los dos ídolos de la revolución venezolana con vida - claro! Rafael Caldera, y Fidel Castro!), el país sigue sumergido en un interminable ciclo de sinsaberes en cuanto a COMO RECUPERAR LA ECONOMIA NACIONAL.
Ya cuando estaba en cuarto año de bachillerato estaba bien convencido, viendo mis clases de historia contemporánea de Venezuela, que la cosa no estaba bien por aqui. Mientras más estudio, más entiendo lo mal que está, y menos entiendo cómo es que ni por accidente estamos cerca de lograr mejorarla. Me parece hasta trivial invertir el herario nacional en el desarrollo (sea endógeno o exógeno, no me enredo con cuestiones de sintaxis que más parecen producto del prepotente orgullo de uno que del deseo de muchos) de nuestra tierra a paso acelerado. Me parece a mi, que no soy chofer de metrobús, ni me la paso en moto en la Avenida Baralt agrediendo opositores marchistas. Me parece a mi que gano 15 y último, fijo, y que no de esto me quejo, pero tampoco recibo ingresos extraordinarios por debajo de la mesa para destruír a mi país. Me parece a mi, que a veces acierto y a veces me equivoco, pero que de todas formas tengo la entereza de decir: "me equivoqué. Lo había pensado de otra forma, o simplemente no lo sabía bien...".
Posiblemente ESE sea el problema del país. No es que falte dinero para hacer y deshacer. No es que falte gente que pueda poner el destino del país derechito. Es la soberbia que no le permite al gobierno escuchar más que la voz de su interior que dice cómo deben ser hechas las cosas. Es SORPRENDENTE la mala gestión de un gobierno venezolano (republicobolivarianodevenezuela), versus, por ejemplo, el gobierno de Dhubai (y quizás, tras un análisis más detallado, de todos los gobiernos de países progresistas del mundo). Aqui, malgraduados profesionales que ocupan puestos en la Asamblea Nacional ni se motivan medianamente a la investigación de los efectos de las leyes que están por aprobar. Todo esto en búsqueda de su quince y último y demás partidas secretas extraordinarias que les permitan seguir forrando de travertino sus onerosas casas en las cúspides caraqueñas, bien sabidas como lugares reservados para gente que ha logrado coleccionar fortunas enormes, muchas de hechas basadas en trabajo arduo y constante, de muchas noches sin dormir bien, y sin ver a sus familias (piénsenlo bien, gente... tan dañino como es que al lado del Placer de Baruta hayan creado crecientes barrios marginales de parásitos en busca del acomodo al cobijo de las migas de quienes trabajaron para llegar a tener la exclusividad que lograron, es que a su lado se mude una persona cargada de dinero malhabido, quien, no conforme con hacerse conocer como corrupta, ondeará sin piedad la bandera del derroche, como quien intenta vaciar un tanque que se está llenando más rápido de lo que logra vaciarse).
El mundo no tiene tiempo de reinventarse - de hecho, intenten hacer cualquier investigación, y verán que con una inversión razonable de tiempo, entre 40 y 80% de sus propósitos ya han sido desarrollados por alguien, y pagando o no, pueden tener acceso a sus anotaciones y conclusiones. Por qué entonces la política venezolana tiene que estar encerrada en la soberbia de sus "líderes", jactos de pensar que todo lo que se genere en sus pensamientos es único, irrepetible e insuperable?
En pocas palabras... porque la cabeza de NADIE está en la horca a punto de ser cortada por firmar con un plumazo de cuando en cuando la destrucción del futuro de esta patria colmada de bendiciones. Y sin estar de acuerdo con la pena de muerte, creo que el castigo debería ser MUY fuerte para quienes proveen a una patria de tantos males públicos como inflación desmedida y devaluaciones que cortan violentamente el valor del dinero de sus habitantes.
Sí, me parece una falta de respeto que alguien tenga la potestad de controlar el mercado - tanto de oferta y demanda de bienes y servicios que son, por definición, escasos, así como la conversión monetaria - y la use para mantenerse en el poder a cambio de "ocultar" (al menos a la mayoría no pensante de este país que no es capaz de ver lo que estamos por ver cuando se acabe el control de cambio - algún día!) la realidad de nuestra incompetente gestión económica nacional. Es sabido desde hace mucho tiempo que nuestro pueblo es astuto -hasta el punto de aprovecharse de quienes no lo son tanto -, y busca su supervivencia y acomodo por encima de todas las cosas. Ante la resolución del gobierno de iniciar el año 2008 no solo con el bolívar fuerte, sino aparte con 2600$ menos por persona asignados en sus cuotas de acceso a dólares a tasa preferencial de cambio mediante Internet, cabe impepinablemente decir que eso es lo que pesa la incompetencia del Ejecutivo Nacional, quienes, en una carente visión de cómo resolver los problemas de la Nación, intentan ahora y siempre solamente resolver síntomas, para que sea "más difícil aún" ver la realidad que subyace, el verdadero PROBLEMA.
Una dosis más de quimioterapia para el cáncer económico causado por células de organismos mal formados y conformados éstos a su vez por amebas y paramecios, unicelulares éstos meramente interesados en su beneficio particular, sin poder quizás comprender el tamaño del problema que generarán en el mediano y largo plazo a sus siguientes generaciones.
Ojalá la Patria logre demandarles...
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